¿Por qué no?
Eres mi punto frágil. ¿Por qué no?
Para los Aries como yo no es necesario tocar la puerta, tirarla quizás, pero tocar difícilmente. Y no es que crea en los astros o que el destino está escrito en las estrellas, o en los números, en cartas raras o en el fondo de una taza de café; es que no puedo negar el hecho de que han sucedido una serie de eventos inesperados, me niego a llamarlo coincidencia ya que esto me haría ver como un ignorante.
Es una lástima y te lo digo, que no se pueda decir ¡te quiero! a una persona recién las conoces, porque si no, tenlo por seguro que te lo hubiera dicho... En estos momentos quisiera no sentir nada, no pensar, no tener noción de que el mundo gira ¡al diablo la gravedad! Me recuerda un chiste de Mafalda: -"Paren el mundo que me quiero bajar".
Afortunadamente las cosas siguen, el universo no se detiene, sólo conspira, mudo. No sé en que momento se me ocurrió conocerte, si es el oportuno, el apropiado o si es algo imprudente. Ha sido lo más encantador, diferente y gracioso que me ha pasado en bastante tiempo. Eres atractiva, educada, e inteligente, adjetivos demasiado trillados por el romanticismo clásico y por las novelas rosas baratas, lo sé, pero ¿qué quieres que te diga? si tienes mi espíritu pendiento de tus manos. ¿De qué manera? ¿En qué momento empezaste a dar vueltas en mi mente, en volverte indispensable?. Quisiera ser parte de tu caprichoso ser y que yo sea tu punto frágil, ¿por qué no?
Para los Aries como yo no es necesario tocar la puerta, tirarla quizás, pero tocar difícilmente. Y no es que crea en los astros o que el destino está escrito en las estrellas, o en los números, en cartas raras o en el fondo de una taza de café; es que no puedo negar el hecho de que han sucedido una serie de eventos inesperados, me niego a llamarlo coincidencia ya que esto me haría ver como un ignorante.
Es una lástima y te lo digo, que no se pueda decir ¡te quiero! a una persona recién las conoces, porque si no, tenlo por seguro que te lo hubiera dicho... En estos momentos quisiera no sentir nada, no pensar, no tener noción de que el mundo gira ¡al diablo la gravedad! Me recuerda un chiste de Mafalda: -"Paren el mundo que me quiero bajar".
Afortunadamente las cosas siguen, el universo no se detiene, sólo conspira, mudo. No sé en que momento se me ocurrió conocerte, si es el oportuno, el apropiado o si es algo imprudente. Ha sido lo más encantador, diferente y gracioso que me ha pasado en bastante tiempo. Eres atractiva, educada, e inteligente, adjetivos demasiado trillados por el romanticismo clásico y por las novelas rosas baratas, lo sé, pero ¿qué quieres que te diga? si tienes mi espíritu pendiento de tus manos. ¿De qué manera? ¿En qué momento empezaste a dar vueltas en mi mente, en volverte indispensable?. Quisiera ser parte de tu caprichoso ser y que yo sea tu punto frágil, ¿por qué no?
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