Al parecer mi día será gris nuevamente. Las hojas han caído en mi jardín y mis pasos no pueden dar nada de sí para brindar vida a la hojarasca muerta. Te has ido, es cierto, y sé que todavía no me llevarás, por lo menos no hoy, no ahora...
Las lágrimas enturbian mi mirar, entorpecen mis dedos y hacen de mi lengua un gel viscoso incapaz de pronunciar mi nombre. Hay tantos recuerdos y ninguno tiene vida ahora, cuando el latir se extingue y no queda nada más que huesos y carne inerte. Es aquí donde digo ¿vale la pena nuestra existencia? vale la pena seguir construyendo un castillo con once pilares y un trono vacío.
Dime ahora, ¿dónde estás? ¿eres feliz? porque yo no lo soy y me duele. Solo eres un recuerdo, una neblina que arrastra el viento; algo que parecía ser eterno, que decía NUNCA en cada respiro, NUNCA de los nuncas... estaba equivocado.
01:50 a.m. El sonido intermitente de un corazón que amó, que rió, que vivió siempre luchando. Nunca más lo escucharé otra vez. DEP: Padre Mío.