México, siempre fiel.
México un país siempre verde lleno de vida en tierra y mar, donde el sentimiento nacionalista es inculcado desde temprana edad -himno nacional, himno a Chiapas y juramento a la bandera-. Se nos enseña querer sus mujeres cantar sus corridos, vestirnos de charro y embriagarnos de tequila y mezcal.
Nos enseñan cosas vanas bajo el seudónimo de identidad cultural, mientras soñamos utopías disfrazadas de ciencia, mientras nos dicen como vivir bajo el yugo empresarial y monopolista una vida precaria, estancada, difícil. La misma vida que comparto con el país entero.
A través de la historia el pueblo de México ha sido gobernado solo por unos cuantos iluminados, siervos de Tlaloc o ya sea Salinas, son todos hienas hambrientas, insaciables, voraces, glotonas, campantes, alimentándose del pueblo, son esos perros disfrazados de demócratas los que hacen de México un país herido, moribundo del cual solo brota sangre negra llamada "petroleo", esa sangre derramada que de nada sirve debido a la percepción quimérica de que mientras más barriles vendan mejor será la economía del país.
Somos ejemplos de culturas antiguas y civilizaciones por demás brillantes, quien si no nosotros mirábamos el cielo y el manto estelar mientras bárbaros europeos peleaban por la comida. Lamentablemente el pueblo siempre sufre, lo ha hecho en chinampas, en campos de Yucatan, en la selva Lacandona, en las tiendas de raya y en las vecindades de las grandes ciudades.
El que nace pobre muere pobre, como único anhelo de conocer a su pareja tener los hijos que Dios le mande y morirse de hambre, pobre. Es esto el reflejo de una democracia en pañales, síntoma de una democracia de baja calidad. Creo en México, porque México cree en mi, me ha educado, ha hecho el esfuerzo y soy bendecido por ser de los pocos que pueden contar con los 8 años de educación básica que da el gobierno. Quiero a México y el me quiere, soy yo el que detesta a los mexicanos o más bien la ignorancia con la que se visten, es esa ignorancia putrefacta, cual lodo que nos hace hundirnos más, sexenio a sexenio, en este mundo globalizado.
Necesitamos una nueva democracia, nuevos ideales, nuevas generaciones que no estén contaminadas por la corrupción, el clientelismo, el favoritismo y el uso arbitrario del poder.
Si tan solo pudiera, pudiera cambiar el mundo, cambiar el rumbo, si tan solo pudiera, ¡maldita sea!, poner la primera piedra...Este sueño al que le tiran cuando sueñan los mexicanos. Es este "país conformista" que prefiere una sabana a una cama, que prefiere pan y circo antes que le enseñen a pescar. Bien lo dijo Amado Nervo, somos arquitectos de nuestro propio destino...
México lindo y querido...si muero lejos de ti.
Este es mi rock más estridente.
Nos enseñan cosas vanas bajo el seudónimo de identidad cultural, mientras soñamos utopías disfrazadas de ciencia, mientras nos dicen como vivir bajo el yugo empresarial y monopolista una vida precaria, estancada, difícil. La misma vida que comparto con el país entero.
A través de la historia el pueblo de México ha sido gobernado solo por unos cuantos iluminados, siervos de Tlaloc o ya sea Salinas, son todos hienas hambrientas, insaciables, voraces, glotonas, campantes, alimentándose del pueblo, son esos perros disfrazados de demócratas los que hacen de México un país herido, moribundo del cual solo brota sangre negra llamada "petroleo", esa sangre derramada que de nada sirve debido a la percepción quimérica de que mientras más barriles vendan mejor será la economía del país.
Somos ejemplos de culturas antiguas y civilizaciones por demás brillantes, quien si no nosotros mirábamos el cielo y el manto estelar mientras bárbaros europeos peleaban por la comida. Lamentablemente el pueblo siempre sufre, lo ha hecho en chinampas, en campos de Yucatan, en la selva Lacandona, en las tiendas de raya y en las vecindades de las grandes ciudades.
El que nace pobre muere pobre, como único anhelo de conocer a su pareja tener los hijos que Dios le mande y morirse de hambre, pobre. Es esto el reflejo de una democracia en pañales, síntoma de una democracia de baja calidad. Creo en México, porque México cree en mi, me ha educado, ha hecho el esfuerzo y soy bendecido por ser de los pocos que pueden contar con los 8 años de educación básica que da el gobierno. Quiero a México y el me quiere, soy yo el que detesta a los mexicanos o más bien la ignorancia con la que se visten, es esa ignorancia putrefacta, cual lodo que nos hace hundirnos más, sexenio a sexenio, en este mundo globalizado.
Necesitamos una nueva democracia, nuevos ideales, nuevas generaciones que no estén contaminadas por la corrupción, el clientelismo, el favoritismo y el uso arbitrario del poder.
Si tan solo pudiera, pudiera cambiar el mundo, cambiar el rumbo, si tan solo pudiera, ¡maldita sea!, poner la primera piedra...Este sueño al que le tiran cuando sueñan los mexicanos. Es este "país conformista" que prefiere una sabana a una cama, que prefiere pan y circo antes que le enseñen a pescar. Bien lo dijo Amado Nervo, somos arquitectos de nuestro propio destino...
México lindo y querido...si muero lejos de ti.
Este es mi rock más estridente.
1 comentarios:
querido oxxo, me interesa mucho leer lo que escribes pero por ahora tengo un pequeño, bueno , un inflado problema; aui la compa-ñera quiere que haga la tarea de las 2; claro porque la nña esta en sus asuntos, en fin la vida es asi conmigo, pero habra un dia en que nadie me perturbe y entoncs si, ya verás.
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