Hace mucho tiempo...en una galaxia lejana

Y haciendo un poco de historia nos volveremos atrás, para recordar las glorias de mis días de chaval... Así es: Hoy es mi CuMpLeAñOS !!!! 22 primaveras y como 40 inviernos, han sido muchas las penas, pero han sido más las risas y los besos. Agradezco a todo en el mundo por ser parte de mi universo, agradezco al que me creó, la que me crió y a la que creo es mi amor eterno.

22 años... Nunca es suficiente.

Santa Hueva

Pues sí, es imposible negarlo: Tengo hueva, una hermosa hueva. Esta semana he sido todo lo que mi mamá y los maestros me dicen que no sea: buenoparanada, tragón, flojo, dormilón, haragán, etc., etc.
Pero yo de cierto les digo: Si comía era por flojera. "¿Qué hago? -decía- ¿qué hago?". Y como no había nada que hacer comía, bebía, hartaba mis ojos con imágenes comerciales de canales chatarra. Llenaba mi cerebro del éter, de noches, lunas y estrellas, llenaba mi estomago de tragos amargos de líquidos genéricos, de carne asada, de pollo enchilado. Qué chispa tiene la vida, si esta semana santa no estuviste conmigo.

Viernes sin tu amor

El día viernes, llegué un poco temprano a mi cuarto. No tenía más que dos pesos en la bolsa, así que decidí ir a ver si había beca. El cajero, se encuentra a 5 mega-cuadras de donde estoy, aún así decidí caminar (a pesar que había llovido -es la segunda vez que tuve que usar suéter- y hacía un poco de frío). Resulta ser que llegando al cajero este se encontraba en reparación (¡oh desilusión!); el guardia del banco me dijo que entre la 14 y 39 había otro cajero (mmm, yo no conozco las calles mucho menos direcciones) pero me dió a entender que estaba como a 3 cuadras en una placita escondida atrás de un Burguer King (por cierto me dió ñañaras el camino porque estaba muy solo y oscuro). Al llegar al cajero (¡oh desilusión 2!) no encontré dinero en la cuenta ($0.56)

No sabía que hacer, de suerte había llevado el dinero de reserva ($500, de la renta) así que decidí comprar en el walt-mart de regreso. Ahí es donde compré todo lo que te digo: sal, azucar, aceite, servilletas, pan tostado, pan bimbo, café, mayonesa, mermelada, avena, dos tomates, un cuchillito, una cebolla, un chile, seis limones, un litro de leche, una docena de huevos, medio kilo de tortillas. La cosas está que gasté $170.

El calvario fue de regreso: un taxi me habría cobrado 30 a 35 pesos (y solo son 5 cuadras) entonces decidí irme a pie con todas las bolsas (ah, se me olvidaba, además había comprado una garrafa de 10 litros de agua). Cada cuadrá se me figura como tres cuadras de Tapachula. Empecé a caminar - los primeros 50 metros todo iba bien - a los 100 ya empezaba a sudar frío (olvidaba mencionar que no había comido nada desde las 9am y para ese entonces ya eran las 11.00pm). Me detuve, y empecé a tomarme la leche. A las 2 cuadras ya sentía dormidos los brazos, me detenía por momentos a descansar pero me dolían mucho los brazos.LLegué por fin a mi cuarto cansadísimo, me ardían las manos bien gacho, me ardía mucho la mano cuando vi el reloj eran las 11.50pm. Me tomé el último poquito de leche que quedaba y decidí prepararme unos huevitos a la mexicana. Pero, no había agua en la llave entonces tuve que lavar mis utensilios con agua purificada.

Corté con cuidado el tomate, la cebolla y el chile. Cociné. Era la primera vez que cené realmente rico. Me llevé más de una hora entre preparar, cortar y lavar. Eran como la 01.15am cuando empecé a comer, es más, hasta música puse mientras preparaba todo (estoy todo el día en el laboratorio en silencio, no pongo nada de musica, tampoco en la escuela) y me puse a cantar algunas rolas mientras partía el tomate.

Me daba alegría estar cocinando pero a la vez tristeza, me acordé de cuando cocino contigo. Me faltaban los besos después de ponerle sal, un abrazo mientras partía los tomates. Me faltaba TODO, me faltabas tu. Tampoco me acostumbro comer solo. Te necesito.

Esta es mi historia, esta es mi vida sin ti. Te extraño. Pronto estarás conmigo.

Esto que siento debe ser locura

Esto que siento debe ser amor
un extraño delirio del recuerdo vacío,
un complot quizás de mis dentritas
inertes, al borde de la muerte.

Esto que siento debe ser miedo
un extraño delirio del corazón vacío
un complot del miocardio y nada más
vibrantes, al borde de la muerte.

Esto que siento debe ser locura,
un extraño síntoma de un mal incurable
un complot de las estrellas
inexplicable, al borde de la muerte.

Quizás sí, quizás no

Este es un poema pausado
porque esa noche no pude escribirlo,
es un poema callado en una siesta,
una mala idea de la semántica cursi.

Este es un poema arrumbado
a dos semanas del olvido
por falta de coraje o inspiración
como una hoja perdida en la ventisca.

Los libros leídos son pronto olvidados
no se van como imagen con el recuerdo
esos delirios confrontados con la realidad,
tu y las letras me van a matar.

Quizás sí, quizás no,
la indecisión presente a tu partida
como si el destino fuera un volado,
cincuenta y cincuenta;
Dios no juega a los dados.
No parece que alguien lo haga adrede
ni obra de conspiración cósmica alguna.

Es tan humano como la certeza
como el placer de la victoria,
el calor de un beso, un sí o un no,
es el conflicto de ideas congeladas
-cobardía- lo que nace hoy con tinta pausada.

I don´t know why

Ya me cansé de llorar... y no amanece.
de sentir mis manos desocupadas
de amar a una sombra.

¿Por qué? Es esto normal
el vivir queriendo sin querer
el soñar viviendo sin vivir.

Esto no es poesía, es llanto
es aroma fermentado
en envases comerciales.

Parecen lágrimas pero es agua
parece amor, pero es una ilusión
una descargar hormonal evolutiva.
Por qué, si sé todo esto
aún pienso en ti.

A punto de nunca suceder

Arrumbados en el ático de mi memoria
junto con mi imaginación
se encuentran un par de ojos claros
a los que he olvidado cantarles una canción.

Los encontré en una caja
un poco empolvados por el tiempo
¿coincidencia?
Respuesta de tontos y mentirosos es esa,
llamémoslo destino,
no se me ocurre otra palabra
para describir lo sucedido.

Aún brillaban como estrellas en el firmamento
así que me detuve a contemplarlos un momento.
¡Que ojos! Siempre me ha cautivado la belleza
y al querer tocarlos, tuve miedo,
miedo de arruinarlo todo a causa de mi torpeza.

Iluminándome
como rayos de sol en mi ventana
recordé a quien pertenecían,
eran sin duda los de Roxana.

Sucedió esto en una tarde,
una noche o una mañana,
no recuerdo o no quiero recordar,
no conté el tiempo en realidad
que mantuve contemplándolos
sin pensar en nada más.

Quería arrullarlos entre mis brazos,
pero ese temor constante a su belleza externa
con miedo a que me contagiara su belleza interna
me hacia abstenerme a besarlos.

Y pensar que esto estuvo
a punto de nunca suceder,
solo por que subí al ático a buscar algo,
no recuerdo exactamente que.

¡Ojos vítreos!
¡Ojos claros color miel!

Dejaron de ser recuerdo perdido
espero no olvidarlos de nuevo,
es lo único que pido: no olvidarlos, espero.

Aprendo de ti

Laura, siempre tan callada
caminando por los polvorosos senderos
riéndote como niña al paso del tiempo
cuéntame más, acaricia mi cabello
mientras me recuesto en tu regazo.
Soy tan feliz.

Cuéntame tus alegrías, su sabor
cuéntame tus tristezas, su dolor,
quiero hacer míos tus pensamientos
que sean mi barco en la tormenta
mi ancla, mi faro y mi boya,
mi estrella del sur, mi polo.

Cuando me besas, me transformas
cuando callas, veo el mundo en tus ojos
siento en tus labios las cascadas, el vino,
las pirámides y murallas,
las aguas termales.
Soy tan feliz.

Asalto

Quisiera tener amnesia por si de casualidad la encuentro y así pasar desapercibido a sus pupilas. Desearía que fuera en un asalto, violento, rápido e indoloro. ¿qué te de todo lo que tenga? Mi corazón no lo quiero, ¿tú lo quieres? Tan rojo, lleno de vida y sangre, tan incansable con su latir, lleno de alegría: sístole y diástole, oye como mencionan tu nombre pausado entre latido y latido. Mira como se llena de la sangre que no he derramado, como da vida a un hombre casi muerto. Dispara, directo al corazón que estoy desesperado, queriéndote.

Simbiosis

Espero poder algún día vivir junto contigo... Si se me concediera ese deseo, si al lanzarlo al mar en una botella me respondiera una sirena. Si hay alguien ahí que atienda mis súplicas, el alma de lágrimas muertas. Es la soledad el pulque que cura mis heridas.
Es cierto, ¡cuanto la quise! pensar que no está conmigo y que esa necesidad sea nada más una bruma que aparece en el comienzo de mi vida. Da coraje verse impotente ante los rayos de Zeus, ante la justicia divina; y que si sé que es mentira, que la tormenta desatada es una bendición y no algo que me llene de tristeza, que las gotas que caen son irreconocibles entre mis lágrimas, pero ella sabe que no es mentira... en mis sueños.