The end

¡Acabó! ¡Estúpida palabra!
¿Por qué acabó?
¿No equivale eso a decir
que se redujo a nada?
Goethe

Bajo esa bóveda azul que nunca te di
me pongo a contar las estrellas
y constelaciones que quizás te prometí
mundos serpenteantes
en la galaxia de Andrómeda.
¡Y el fin llegó!
Como llega el invierno:
viene, destruye la vida y se va
congelaste hasta mis venas,
la sangre que derrame a tus pies.

Y con el paso de los años
todo sigue igual,
termina todo con un
“vivieron felices para siempre”
y un “The End” al final.

Como te haré entender
de una manera no lastimera
que las mariposas
en mi estomago murieron
y el cristal de tu belleza
en mis ojos se rompió.
Sí, sí, tu siempre y altivo sí;
pensabas con los pies en la tierra
y el corazón en la piedra,
tus ideas de amor por los cielos y
mi autoestima por los suelos.

Todo fue una confusión
como cuando tomas sal en vez de azúcar
en el comedor, una vulgar equivocación.

Alguna vez leerás los cuentos
de princesas encantadas
y llorarás por tu príncipe,
muerto a traición
por algo mas funesto
que una manzana envenenada.

Te lloré, te velé y te enterré,
te hice novenarios,
te recordé más de la cuenta
a pesar que no debí hacerlo
y ahora,
un fantasma ronda mi mente
esperando a que escriba FIN
y termine este doloroso cuento.