Noche triste
Se ha llorado frente a ataúdes y tumbas,
bajo la sombra de un árbol;
a altas horas de la noche
los ojos han brindado por derrotas ganadas
y victorias perdidas,
con la cabeza entre las piernas
alguien ha pasado la noche triste en llanto.
¿Está borracho para llorar? No,
también hay derecho de hacerlo sobriamente,
echarse como un perro a las puertas de tu casa
mendigando migajas de amor;
por favor, déjalo entrar a tu cuarto
y que con certero golpe asesine una ilusión
para salir corriendo para siempre de tu corazón
bajo las alas de una noche triste
y se olvide de lo que algún día pasó.
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