Oasis
Tus pestañas cual palmeras
me invitan a refrescarme en su sombra,
a beber en el oasis de tus ojos
y alimentarme de la fruta fresca de tu sonrisa.
Recostarme en tu rebelde cabello negro,
a tus pies, en silencio, sin decirte nada:
ahogándome lentamente en tus aguas.
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