Mañana Dios dirá
Mañana es uno de esos días decisivos en los que tirar una moneda al aire no es suficiente, mucho menos el Urim y Tumim. ¿Qué si tengo miedo? ¡Claro! soy humano, pero una cosa es tener miedo y otra muy diferente es dejar que lo atrape y lo zarandee. Es lo único que tengo al igual que muchos. Fuera de eso me acompaña un anillo de plata en el dedo anular derecho, lentes, caminar parsimonioso con una mochila siempre al hombro, de naturaleza obsesiva en cuanto a conocimiento se refiere, arriesgado, sin dinero, dispuesto a perder la libertad antes de darle la espalda a mis valores. No soy normal, la razón por la que la gente que sí lo es tiene esposa, hijos y pasatiempos es porque ellos no tienen eso que me motiva tanto, y tan profundamente. Esto es lo que tengo y lo que soy.
Es en lo que pienso todo el tiempo, lo que me impide ser normal. Sí, por eso Ana me catalogaba como extraordinario, por eso voy a ser el mejor. Lo único que me falta es todo lo demás. No me espera una mujer en mi casa, o un beso, o una comida caliente, eso no va a suceder por lo menos no hoy, mañana Dios dirá.
Es en lo que pienso todo el tiempo, lo que me impide ser normal. Sí, por eso Ana me catalogaba como extraordinario, por eso voy a ser el mejor. Lo único que me falta es todo lo demás. No me espera una mujer en mi casa, o un beso, o una comida caliente, eso no va a suceder por lo menos no hoy, mañana Dios dirá.
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