Mi casa, tu casa
Si pudieras entrar
por lo menos un minuto a mi mente
te sorprendería encontrar
fotos tuyas junto al librero.
Recorrer silenciosamente la cocina
y descubrir un recuerdo empolvado
al hurgar en mi ropero.
Acostarte en mi cama vacía,
notar la ausencia en la sala
y encontrar en el comedor la cena fría.
He dejado la puerta abierta
para que no dejes de entrar,
he barrido mis pensamientos
y limpiado mi conciencia,
he dejado impecable mi casa -tu casa-,
para que a tu vuelta no dejes de entrar.
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