Ropavejero
Eterno ropavejero de recuerdos
llévate unos que tengo guardados
hace tiempo detrás de mis ojos;
me estorban a la vista
están sucios y empolvados,
lloran mis ojos irritados
por lo viejo y desgastado.
Véndele unas zapatillas de dignidad
a las Cenicientas de cada esquina,
que dejen de hablar con ratones,
que dejen de ser Bellas
en mundo de bestias
y cristalizar sueños espinados.
Suenan las doce campanadas.
¡Las doce! No pasa nada,
en este país no pasa nada.
Contamos con suficiente cristal
en los ojos como para fabricar mil zapatillas,
yo con mis recuerdos, ella con sus esquinas.
Corazones rotos y ojos desgastados,
almas harapientas y sentimientos usados,
recuerdos olvidados y rosas secas,
besos fríos y muñequitas sintéticas;
cambia compra y vende por igual.
1 comentarios:
Que se lleve todo, todo incluyendo al mundo entero, se lo regalo, necesito espacio para remodelar el mío.
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